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martes, 15 de mayo de 2012

Hipólito Mejía, un "Papá" tras otra oportunidad

SANTO DOMINGO. Hombre de ímpetu, de chanzas y claras posiciones. De origen campesino, profesión agrónomo y con experiencia de Estado. Criticado por sus adversarios, pero de gran empatía entre sus seguidores, Rafael Hipólito Mejía Domínguez, vuelve a competir en unas elecciones presidenciales, luego de haber gobernado el país en el período 2000-2004.
Hijo de Hipólito Mejía (Polín) y María Josefa (Marina) Domínguez (fallecidos), el candidato por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) nació un 22 de febrero de 1941, en La Chichigua en Gurabo, municipio Santiago, lugar donde permaneció hasta cumplir los 16 años.

Su infancia la desarrolló bajo un manto familiar de mucha rectitud, pero con tiempo para jugar pelota, su deporte favorito, estudiando y ayudando en el sembradío. En su pueblo natal realizó los estudios primarios, la intermedia en Santiago y en San Cristóbal los secundarios en el Instituto Politécnico Loyola, donde se graduó como perito en agronomía en 1962.
Sobre su infancia, su tía, Julia Domínguez (Doña Cuca), recuerda que Hipólito era muy vivaracho, de mirada alegre y muy inteligente.
"Desde que comenzó a hablar, yo lo señalaba y decía que este niño iba ser un hombre de bien, porque hablaba con templanza y seguridad, nunca habló mentiras y si algo pasaba, pedía excusas, porque era muy educado", narró.
De no ser agrónomo, Mejía pudo haber sido pelotero, era pitcher de buen brazo, y logró ponchar a muchos. Aunque llegó a ir en burro a la escuela, fue uno de los primeros en La Chichigua en tener bicicleta, la cual compartía con primos y amiguitos.
Todos los días en la mañana, según cuenta doña Julia, Hipólito se trasladaba a Santiago en su bicicleta, para recibir sus clases del nivel intermedio y venía en la tarde. Cuenta con alegría cómo desde pequeño, el candidato perredeísta disfrutaba de sus estudios, de su mangú, su arroz y sus habichuelas. Era de muy buen comer.
Aquellos años de niñez y estudiante, los recuerda Mejía con nostalgia. En varias ocasiones ha manifestado que eran tiempos de lluvias que lo enseñaron a "esquiar en el lodo" para llegar a la escuela.
Antes de marcharse de La Chichigua a estudiar en San Cristóbal, le dijo a su familia que siempre contaran con él, que no le iba a fallar. "Nunca nos ha fallado", refirió doña Julia, a quien Hipólito y su hermana Chabela llaman "Tiíta".
Ya graduado de agrónomo, en 1964 parte a los Estados Unidos a realizar estudios en la Universidad de Carolina del Norte. Ese mismo año se casa con Rosa Gómez Arias, su novia, a quien conocía desde su lugar natal. De esa unión procrearon cuatro hijos: Ramón Hipólito, Carolina, Lisa y Felipe.
Su primer trabajo lo obtuvo en el Instituto del Tabaco en 1965, donde se desempeñó como investigador agrícola para, en un breve tiempo, pasar a ocupar la función de director. Su dedicación al trabajo lo llevó a un alto puesto ejecutivo en la compañía norteamericana Rohm and Haas, donde permaneció desde 1967 a 1973.
De ahí pasó a formar parte de la Industria Linda, donde se desempeñó como vicepresidente del Departamento de Planificación y Desarrollo Agrícola hasta 1978. En 1971 fue presidente de la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas (ANPA).
Comienza a dar sus pininos en la política en 1962, cuando ingresó al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de la mano del ex presidente Antonio Guzmán. En 1978, cuando Guzmán ganó la Presidencia de la República, lo nombra titular de Agricultura. Después de ocupar esa posición, continuó en el mundo de la política, postulándose en 1982 como candidato a senador por Santiago.
Mejía, en la década de los 80, alcanzó la posición de vicepresidente del PRD, y en 1990 fue candidato a la vicepresidencia, al lado del extinto líder José Francisco Peña Gómez. En esas elecciones la organización obtuvo un tercer lugar con un 23% de los votos. En 1999 ganó las elecciones primarias de su organización y fue postulado en el 2000 como candidato presidencial, cuyos comicios, el 16 de mayo de ese año, ganó.
Del baúl de los recuerdos, el hoy candidato del PRD siempre rememora la perra de Mamá Belica (su abuela), a quien quería mucho, y era famosa porque mordía cuando se sentía amenazada. Como chanza, siempre intimida con mandarle a sus detractores el perro de Mamá Belica.
Su prima Brunilda Domínguez recuerda con nostalgia los años mozos de cuando jugaba con Mejía, iban juntos a la escuela y al catecismo. "Era un estudiante superior. Era bueno en matemáticas y sociales".
Se traslada a esos años y se ve junto a Hipólito montando bicicleta o jugando béisbol, compartiendo con los demás. "Era un muchacho trabajador y estudioso", dice.
Todos con Papá
En La Chichigua casi todos se identifican con "Papá". Las banderas y fotografías se aprecian en los frentes de las casas.
Sus parientes desde que sale el sol andan con una gorra, y dicen estar confiados en que Mejía ganará las elecciones. En la tierra que vio nacer a Hipólito, sus contemporáneos lo recuerdan y los más jóvenes celebran sus chanzas.
De la casa materna no quedan rastros. En esos terrenos crece la maleza debajo de una mata de mango que todos señalan como el lugar donde hace 71 años nació el ex presidente y hoy postulante de nuevo al cargo.
Su patrimonio
De acuerdo con su última declaración jurada de bienes del 14 de septiembre del 2004, el ex mandatario y hoy postulante del PRD tiene una fortuna ascendente a RD$46,502,919.93.
El monto incluye un total de efectivo en bancos de RD$2,399,980.48 ; acciones en compañías por RD$4,780,300.00; en inmuebles RD$31,665,253.60; mobiliarios y equipos RD$2,650,000.00, equipos de transporte RD$5,007,385.85, para un total de activos de RD$46,502,919.93, de eso tiene pendiente por pagar un préstamo de RD$4,500,000.00.
Su equipo
Una gran maquinaria mueve los hilos de su proceder. Mejía tiene un equipo conformado por César Cedeño, coordinador general; Tony Peña, director ejecutivo; Alfredo Pacheco, director electoral; Ramón Alburquerque, director nacional técnico; César Sánchez, director electoral; Yadira Henríquez, directora de campaña de Fedomusde; Orlando Jorge Mera, secretario general del PRD; Andrés Bautista, presidente en funciones del PRD; Bonaparte Gautreux Piñeyro, comunicaciones; Héctor Guzmán, vocero; Wellington Arnaud, coordinador de la avanzada y Enmanuel Esquea Guerrero, presidente del Consejo Asesor Presidencial.
También Faride Raful; con la juventud; Antonio Marte, de transporte; Sergio Grullón, sector externo; Manuel Durán, coordinador internacional; Jesús Feris, salud; Eligio Jáquez, agropecuario y Martín Robles, energía. Esto, sin contar su fiel general de seguridad Rafael Luciano Díaz Morfa.
Dicen de él que....
Felicita Rodríguez de Díaz (Amiga)
"Me considero como familia de Mejía, lo recuerdo por su nobleza y actitud de trabajo. Siempre tenía aspiraciones de seguir adelante.
Ellos son una familia muy criada a la Ley de Dios. A él lo criaron bien, son una familia excelente".
José Domínguez (Primo)
Le decían Cabuya, siempre vivía estudiando y era muy amistoso. Su mamá siempre decía que iba a ser Presidente. Su novia de siempre fue doña Rosa. Creo que volverá a ser Presidente con Dios delante, pues nunca se ha olvidado de su gente y es muy bueno.
Héctor Guzmán (Vocero)
Es un hombre sincero, humilde, directo, de familia, solidario, creyente en Dios, con mucha sensibilidad social, auténtico, muy conocedor e identificado con la República Dominicana, su país, y su partido, el Partido Revolucionario Dominicano.

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