Todo empezó, según narra la dama, cuando la mañana del pasado 9 de diciembre Pedro Julio Rosario le propinó una golpiza por la cual tuvo que ser recluida durante dos días en el Hospital Provincial Pascasio Toribio Piantini, en Salcedo.
Dijo que Pedro Julio junto a su sobrino Juan Carlos Rosario, le propinaron cuatro patadas, le fracturaron varias costillas y le produjo un trauma en el tórax, además de provocarle complicaciones cardíacas.
Torres explicó que dos días después de este incidente, con el certificado médico en mano, se dirigió a la Fiscalía de Salcedo para someter a sus agresores y que el fiscal del departamento de protección a la víctima le manifestó que ella debía llevar testigos del hecho. Pero los únicos testigos que había, según afirma era la familia del agresor, quienes alegan que la dama portaba un arma blanca al momento del hecho.
Siente temor
Cuenta que el fiscal, al que solo identificó como “Orlando”, le retuvo el certificado médico por unos 23 días y que solo se lo devolvió cuando contrató a la abogada Rosa Iris Rodríguez Sosa y ésta lo amenazó con demandarlo.
Manifestó, además, que siente temor de que Pedro Julio la mate ya que, según dijo, éste porta un arma de fuego. La mujer salió de Salcedo a Santo Domingo. Explicó que no procrearon hijos, pero que sí criaron dos nietos de Torres, los cuales tuvo que devolver a sus padres por miedo a que un día Pedro Julio la matara junto a los niños.
María Zunilda Torres acudió a este diario “atemorizada”, para denunciar su caso, y al hacer contacto con la magistrada Rita Durán, encargada de Línea Vida, ésta mandó a su chofer a recogerla para ofrecerle protección e investigar su caso.
Durán dijo que a Torres le ofrecerán la protección necesaria y le harán todas evaluaciones que conlleva el caso.
Indicó que están haciendo contacto con el ministerio público de Salcedo, para investigar el caso.
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